Nuestros abuelitos nos dejan, una generación muy especial a la actual.

Una generación se nos va, sin caricias, ni besos de sus familiares, sin un consuelo, sumergidos en esa soledad, se nos van sin una despedida, sin una oración. Que egoístas somos; seguimos preocupándonos por los regalos, las compras de Navidad, menospreciando la vida de aquel que dio la suya por nosotros cuanto egoísmo.

La generación mas importante de la sociedad se nos va.

Nuestros abuelitos nos dejan gran lecciones de vida, grandes legados y sobre todo grandes consejos, muchos se nos van por su avanzada edad y muchos mas por enfermedades propias del ser humano. Un abrazo de nuestros abuelitos no tiene precio su amor incondicional.