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BEATIFICACIÓN DEL SIERVO DE DIOS JUAN PABLO II Se invita a la Solemne Eucaristía.

Eucaristía en Acción de Gracias a Dios por la  Beatificación del Siervo de Dios Juan Pablo II el 1 de mayo a las 16:00 hrs en el Valle de María, Esquipulas Recordemos con alegría y gratitud su visita a Esquipulas  Y pidamos por la paz de Guatemala. Les esperamos  Invita: Parroquia Santiago, Esquipulas.

Hace exactamente 15 años, un día como hoy 6 de febrero, en ocasión de la Celebración de los 400 años de Veneración al “Cristo de Esquipulas”, tuvimos la bendición de tener entre nosotros al Vicario de Cristo en la tierra: Su Santidad Juan Pablo II, quién el próximo 1 de Mayo será “Beatificado” en la Plaza de San Pedro, Roma.  Por eso afirmamos que tuvimos la visita de “UN SANTO”, el rostro de Dios reflejado en su siervo Juan Pablo II.

Estos son algunos de los fragmentos de aquella Homilía en el Valle de María, en medio de un día de intenso frío:….

Vengo, queridos hermanos y hermanas, como peregrino a vuestro Santuario de Esquipulas, renovando la confesión de Pedro y al mismo tiempo la confesión del centurión. Pedro dice: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo», y el centurión afirma: «De veras este hombre era Hijo de Dios». Parece que esta segunda confesión, salida de la boca de un pagano, es como un anuncio de la conversión de muchos pueblos de fuera de Israel a aquella fe que Pedro confesó el primero. Por esa fe nos encontramos aquí, en el Santuario de la Pasión de Cristo.

Desde hace cuatro siglos se venera esta imagen, «bien perfecta y acabada», de Cristo en la cruz, «El Señor de las Misericordias», como se le llama aquí. Vosotros, y otros peregrinos venidos de México y de las Repúblicas hermanas de Centroamérica, os postráis ante el Cristo Negro de Esquipulas y en el encuentro personal con el Redentor pedís los dones del perdón, de la reconciliación y de la paz. Esta espléndida y blanca Basílica, atendida ahora por los Monjes Benedictinos, custodia desde hace más de 200 años la imagen antaño venerada en una sencilla ermita y después en el templo parroquial de Santiago. Todo ello manifiesta la expansión de esta devoción a lo largo de los siglos.

La liturgia de hoy, nos dice todo esto de Cristo con las palabras de la Carta a los Hebreos. De este mismo Cristo que vosotros veneráis aquí, peregrinando a Esquipulas, vuestro Santuario Nacional. La verdad sobre Cristo torturado, sobre Cristo Redentor del mundo, sobre Cristo único y eterno Sacerdote de la Nueva Alianza, la profesáis con particular intensidad en este lugar, junto con y en nombre de toda la Iglesia universal.”

“Aquí el «mysterium» del sufriente Siervo del Señor ha sido confiado, en cierta manera, a vuestra particular devoción. Se ha convertido como en un carisma particular vuestro lo que la Carta a los hebreos dice de Cristo: «Durante su vida mortal, ofreció oraciones y súplicas, con fuertes voces y lágrimas, a aquel que podía librarlo de la muerte, y fue escuchado por su piedad. A pesar de que era el Hijo, aprendió a obedecer padeciendo, y llegado a su perfección, se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos los que lo obedecen» (ib. 5, 7-9).

Ésta es la conmovedora profundidad del Evangelio, del Nuevo Testamento: Dios, que quiere que el hombre camine por la vía de sus mandamientos. Quiere que nosotros obedezcamos a aquel que por nosotros se hizo obediente hasta la muerte y que se entregó por nuestra salvación. Dios quiere que comprendamos bien la elocuencia de este don y que lo aceptemos en la más profunda obediencia de la fe. Quiere que comprendamos de ese modo cómo este amor oblativo ha de ser correspondido con amor, y que encontremos en él la fuerza espiritual para modelar nuestra vida y para llevar todas las cruces que experimentamos en nuestro camino.”

“¡Salve, oh Cruz! ¡Salve, oh Cruz de Cristo!». Según una tradición, con estas palabras el Apóstol san Andrés, hermano de Pedro, habría aceptado la pasión que sufrió al final de su vida. El Santuario de Esquipulas nos invita a la adoración de la Cruz de Cristo como signo de nuestra salvación, en la cual el hombre, junto a Cristo, alcanza la victoria sobre el pecado, sobre Satanás y sobre la muerte, para participar, junto con Él, del amor del Padre eterno.”

 

 

fotrografias fuente: http://basilicadeesquipulas.org/

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