LA CASA DEL ÁRBOL DE ESQUISÚCHIL tema escrito por Guilver Salazar
El árbol de Esquisúchil, también conocido como “Árbol del Hermano Pedro”, y cuyo nombre científico es Bourreira huanita, fue plantado por este santo varón en el patio de El Calvario, Antigua Guatemala, allá por el año de 1657. Dada esta situación y por las visitas constantes que los fieles católicos hacen a este longevo árbol, en el año 2004 fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación.
El árbol de Esquisúchil también se encuentra en las plazas de San Miguel Escobar, San Pedro Las Huertas, San Juan del Obispo, en Chiquimula y en la casa de don Rodrigo Ruiz Sánchez, ubicada en la calle que conduce al Convento Franciscano Belén.
Por cierto, don Rodrigo es un esquipulteco que nació un 15 de diciembre de 1920, y cuyos padres fueron Rodrigo Ruiz Ortiz y Elisa Sánchez, y sus hermanos: Francisco, Adrián, Juan Estanislao, María Adela y Marta Ruiz Sánchez. Estudió hasta tercer grado de educación primaria, en la Escuela Pedro Nufio y cuarto grado en el Colegio San José, a un costado de la Iglesia Parroquial. Don Rodrigo se casó con Mirtala del Carmen Pinto Aguilar, con quien tuvo dos hijos: Roderico Abigail y Jaime Noel Ruiz Pinto.
Desde muy joven aprendió el oficio de la herrería con don Alejandro España Lemus, en una casa ubicada frente al Colegio Renacimiento y la cual colindaba con la Iglesia Parroquial. Además, fue agricultor y comerciantes de ganado y caballos. Participó también en política partidista, por lo que fungió como Concejal Primero de la Municipalidad de Esquipulas junto a los alcaldes: Porfirio y Julián Castañeda. Luego, ganó las elecciones para Alcalde Municipal en 1953, en tiempos de Jacobo Árbenz Guzmán.
Años después, don Rodrigo trabajó en una institución denominada: Instituto Nacional Forestal INAFOR, la que se encontraba a la par del puente del río de Los Milagros, y la que funcionaba bajo el auspicio de la Comunidad Benedictina, la Municipalidad de Esquipulas y el gobierno de Guatemala. En dicha entidad, se distribuían árboles de ciprés, pinabete, cedro, matilisguate, eucalipto y pino, a los campesinos de la región para contribuir con la reforestación de nuestro país. Posteriormente, don Rodrigo se jubiló y se dedicó a sus actividades personales.
Volviendo a lo del árbol de Esquisúchil, el escritor esquipulteco Vitalino Fernández Marroquín aseguraba que el Dr. Arriola, investigador de la belleza natural de nuestro país, fue quien descubrió el árbol de Esquisúchil de Esquipulas, cuyos dos ejemplares se encuentran, uno en la Basílica y el otro en casa de don Rodrigo Ruiz.
Don Rodrigo no olvida que, el día 29 de julio del año 2002, con motivo de la visita del Papa Juan Pablo II a Guatemala, para llevar a cabo un día después, la canonización del hermano Pedro de San José de Betancur, también llegaron a su casa unos biólogos italianos, quienes le aseguraron que este árbol era de la misma variedad que el que había sembrado el hermano Pedro en Antigua Guatemala.
Por cierto, el árbol de Esquisúchil que se encuentra en casa de don Rodrigo, perteneció a una señora llamada Teodora Hernández de Ramírez, quien recolectaba las flores del mismo, para preparar jarabes medicinales.
No se sabe con exactitud de dónde vino este árbol, pues algunos aseguran que lo plantaron los nativos habitantes de nuestro pueblo, y que de su nombre se origina el de Esquipulas, cuyo significado es Campos Floridos. Otros dejan abierta la posibilidad de que haya sido plantado por el mismo hermano Pedro, quien pudo haber pasado por estas tierras, proveniente de Trujillo, Honduras, cuando se dirigía a la capital del Reino, la actual Antigua Guatemala.
Sea cual fuere la verdadera historia del origen del árbol de Esquisúchil, plantado en la residencia de este distinguido esquipulteco, lo cierto es que todos conocemos a la vivienda de don Rodrigo como: la casa del árbol de Esquisúchil