De regreso a casa, Peregrinos de Palencia.
Nuestro paso por la vida se asemeja a una peregrinación; tiene un punto de partida y uno de llegada, tiene un objetivo y una misión por cumplir. El desafío es descubrir el objetivo y la misión; todo se convierte en una búsqueda personal. Los que vivimos en Esquipulas, contamos con la oportunidad de atender a miles de peregrinos, les ofrecemos servicios: de alojamiento, de comida, de recreación, así como productos de artesanías y otros, en fin comercio de todo tipo. Bajo la perspectiva del comercio, es importante conocer las necesidades de nuestros clientes, su forma de pensar y actuar nos ayudarán mucho a ofrecerles productos y servicios que satisfagan sus necesidades.
Atendemos a los peregrinos en Esquipulas, pero en la mayoría de casos, desconocemos de la verdadera razón de su visita; de su búsqueda, de los sacrificios que ofrece para llegar a su destino. En búsqueda de esta información, decidí participar en la peregrinación de Palencia a Esquipulas en los años: 2011 y 2012. Cinco días de caminata, muchos pasos, poca comida y poco sueño, pero con un gran aprendizaje de vida. Caminando y platicando con los peregrinos, se conoce su realidad, sus deseos, la planificación de su viaje, con mucho orgullo comentan que ya son cinco peregrinaciones, el otro dice que apenas son tres, hubo alguien que lleva diez, pero todos quieren volver el próximo año. Mujeres, hombres, niños y ancianos, todos con entusiasmo se dejan guiar por un grupo organizado de responsables de la logística de la peregrinación. Bajo la dirección del párroco de Palencia, este grupo planifica todo lo necesario para resguardar a los peregrinos, asistirlos en todo momento, se distribuyen a lo largo de la columna humana formada bajo un orden y muchas recomendaciones. La solidaridad se vive, el compartir es lo que se aprende.
La búsqueda personal del Amor de Dios, manifestada en la infinita misericordia empieza a manifestarse día a día. La conversión de los corazones de los peregrinos se da en la medida que se agradece por todos y luego se ofrece de todo: cansancio, hambre, sueño. Paso a paso los milagros llegan en el camino y su culmen se recibe en la Basílica del Santo Cristo de Esquipulas, la acción de gracias en la Eucaristía sella todo compromiso humano, bendecido por lo divino.
Les invito a conocer más sobre la peregrinación de Palencia a Esquipulas, sale el lunes de Palencia y llega a Esquipulas el viernes por la tarde, ojalá podamos recibir a los peregrinos con muestras de afecto y cariño, ojalá podamos agradecerles su esfuerzo con una sonrisa y con nuestra amistad.
Escrito por: Edgar Antonio Aldana Pérez
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